La famosa isla turística de Santorini, Grecia, ha sido sacudida por una serie de terremotos que han llevado a una evacuación masiva de residentes y visitantes, convirtiendo el vibrante destino en una «isla fantasma».
Desde hace casi dos semanas, la actividad sísmica ha estado en aumento, lo que ha generado un clima de temor e incertidumbre entre sus habitantes.
De acuerdo con informes de medios locales, más de 11.000 personas han abandonado la isla, con 7.000 de ellas escapando en barco y otros 4.000 optando por vuelos hacia el continente.
Las calles y pintorescos callejones que alguna vez estuvieron llenos de vida ahora permanecen vacíos, y la mayoría de las tiendas están cerradas debido a las restricciones impuestas por el riesgo de deslizamientos de tierra y derrumbes.
La Secretaría General de Protección Civil ha declarado un estado de emergencia en la región hasta el próximo 1 de marzo, mientras equipos especiales provenientes de Atenas realizan inspecciones en los edificios afectados.
La situación se agrava con el reciente informe del Laboratorio de Sismología de la Universidad de Atenas, que ha registrado más de 7.700 sismos en la región desde el 26 de enero, con un nuevo temblor de magnitud 4,8 ocurrido esta mañana.
Por su parte, la Organización de Planificación y Protección Sísmica de Grecia (OASP) ha planteado varios escenarios respecto a la evolución del fenómeno geológico, advirtiendo sobre la posibilidad de que la actividad sísmica continúe o incluso se intensifique en los próximos días.
Las autoridades instan a todos los residentes y turistas a seguir las recomendaciones oficiales y mantenerse informados sobre la situación actual. Se espera que las medidas preventivas continúen hasta que se garantice la seguridad total en Santorini.
Con información de RT
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