La Policía Nacional de España realizó la detención de un hombre de 70 años, exguardia civil, tras confesar haber asesinado a su esposa en abril de 2020. El detenido, Miguel Gallego, admitió que el crimen ocurrió en medio del confinamiento por la pandemia de COVID-19.
Según informes, Gallego desmembró el cuerpo de su esposa, de 59 años, y dispersó sus restos en varios lugares de Gran Canaria durante los días siguientes a su muerte. Un año después del crimen, el detenido denunció la desaparición de la mujer, lo que levantó sospechas entre las autoridades.
El acusado fue convocado como testigo en una declaración realizada por agentes especializados en análisis de conducta. Durante el interrogatorio, surgieron inconsistencias en su relato que llevaron a los investigadores a profundizar en su testimonio.
El hombre relató que la tragedia comenzó con una discusión que escaló hasta convertirse en un forcejeo. Según su versión, tras golpearla accidentalmente, ella cayó y se golpeó la cabeza. Al darse cuenta de que estaba muerta, Gallego decidió ocultar el crimen desmembrando el cuerpo con herramientas domésticas y esparciendo los restos en diferentes puntos del sur de la isla.
Las autoridades realizaron registros en la vivienda donde ocurrió el crimen y en la residencia actual del detenido, encontrando evidencias que incluyen restos de sangre. Además, se enviaron equipos judiciales a un supermercado y un centro comercial donde se descartaron partes del cuerpo, las cuales están siendo analizadas para confirmar su identidad.
El Juzgado de Violencia sobre la Mujer ha dictado prisión provisional sin fianza para Miguel Gallego mientras avanza la investigación.
Con información de La Provincia
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