El Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), por medio de su Laboratorio de Polímeros del Centro de Química “Dr. Gabriel Chuchani”, desarrolla un proyecto para la producción de adoquines ecológicos, elaborados a partir de plástico reciclado. El líder de esta iniciativa, doctor Edgar Catarí, explicó que aspira a explotar los plásticos desechables y los aceites de motor usados, los cuales son los residuos urbanos más comunes.
“El material plástico se genera en toneladas por día, aquí en el país, mucho de ese material plástico sale y no es aprovechado”, indicó Catarí, quien contabilizó que en Venezuela se generan unas 25 mil toneladas de residuos por día, lo cual lo posiciona como el cuarto país sudamericano en producción de desechos.
Resaltó que el 52 % de tales desperdicios son materiales inorgánicos reciclables como el cartón, vidrio, hierro y plástico. En esta misma línea, comentó que el proyecto se orienta a “la manera de aprovechar polietileno, polipropileno, polietileno de desecho, que se encuentra en los vertederos urbanos por cantidades industriales y transformarlo en materiales de construcción útiles para la sociedad”.
En cuanto al proceso de formulación, mencionó que este inicia por la clasificación, tratamiento y limpieza de los residuos. Después se realiza un análisis de los materiales más adecuados en resistencia mecánica efectiva, seguidamente, los desechos pasan por un proceso de mezclado en estado fundido. Una vez fusionados, se vierten en moldes donde reposa la mezcla a temperatura ambiente hasta conseguir la consistencia adecuada.
Costarían el tercio de un ladrillo estándar
Catarí mencionó que actualmente el proyecto se encuentra en fase de pruebas. Sin embargo, próximamente, este tipo de herramientas podrían reemplazar los bloques convencionales para la construcción de casas y apartamentos.
“La obtención de ladrillos ecológicos a partir de desechos plásticos abarata sus costos. De hecho, haciendo el balance de costos adecuado para estos materiales, estamos hablando de un ladrillo que pudiese tranquilamente costar un tercio de lo que cuesta un ladrillo en la ferretería“, destacó.
Fuente: Mincyt