La ciudad de Caracas no solo es sinónimo de constante movimiento, noches de salsa y amantes del béisbol. Más allá del ajetreo de esta localidad de Venezuela, ofrece espacios necesarios para la relación armónica, respeto al entorno y respuesta a la paz.
Según reseñó VTV, en un recorrido de 3,5 km y 15 minutos hay un destino imprescindible para los amantes del turismo de montaña, el frío y la arquitectura venezolana de vanguardia: el Parque Nacional Warairarepano.
En la cima de este patrimonio natural rico en fauna, flora, minerales y diversidad de ambientes paisajísticos, funge como un guardián con su descomunal bandera de Venezuela, en donde también se encuentra el Hotel Humboldt, a 2 mil 140 metros sobre el nivel del mar, una torre cilíndrica que permite unir el mar con la ciudad en una vista de 360°. Diseñado por el arquitecto venezolano Tomás José Sanabria, hoy mantiene su arquitectura y estancias intactas.
Vale acotar que para el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, el turismo es un motor vital de la Agenda Económica Bolivariana para garantizar no solo el desarrollo de servicios turísticos y esparcimiento, sino también el futuro de la nación.
Esta montaña da identidad a la ciudad capital, además de ser un extraordinario espacio que por más de un siglo ha sido ícono y motivo de representación para los venezolanos. El emblemático parque nacional, bajo la administración y manejo del Instituto Nacional de Parques (Inparques), ente adscrito al ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo, está localizado en la Cadena del Litoral de la Cordillera de la Costa de Venezuela, y se extiende desde el estado La Guaira, por Caracas y todo el norte del estado Miranda.